Por: Adriana Mendoza*
…”El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños” Amelia Earhart. Aviadora estadounidense
Una de las palabras que más escuchamos en estos días es: Emprendimiento. Pero realmente, ¿qué es un emprendimiento? Si me pidieran a mí que definiera con una sola palabra que es emprender en Colombia, yo diría sin duda… Soñar. Porque se necesita ser un soñador para arriesgarse en abismo del emprendimiento, donde como dice la sabiduría popular: “muchos nacen, pero pocos se crían”.
Y en esta oleada de emprendimientos, cada día son más las mujeres que dan ese salto de fe en Colombia, pero ¿cuál es la diferencia entre el emprendimiento femenino y el masculino? Pienso que desafortunadamente existen mas diferencias de las que debería haber. En muchas ocasiones hemos escuchado que los ingresos generados en emprendimientos liderados por mujeres, aportan más a la economía familiar que aquellos que son liderados por hombres. Otras diferencias notorias son por ejemplo que es más común que los emprendimientos de mujeres inicien con un capital menor, se relacionen menos con la tecnología o en su mayoría sean menos escalables y sean creados más por necesidad, mientras que los emprendimientos de los hombres son creados más por oportunidad. Pero no todo es negativo, los emprendimientos creados por mujeres sobreviven más que los de los hombres en el tiempo y por lo general generan más trabajo para otras mujeres.
¿Vale la pena emprender? Mi respuesta contundente es SI, pues vale la pena soñar. Pero en este caso, ese sueño debe tener bases reales y firmes que le permitan pasar del primer año, que, en la mayoría de los casos, es el más difícil. Aunque tal vez suene contradictorio yo recomendaría soñar muy despierta, planeando y planteando metas muy claras y alcanzables.
Como todos los recorridos, el camino del emprendimiento inicia con pequeños pasos, tal vez algo inseguros pero lo importante es contar con una meta visible; ver hacia dónde vamos de forma clara, permite no desviarse demasiado; porque siempre hay cambios de dirección, el emprendimiento no es un camino recto.
A lo largo de mi vida he tenido la fortuna de conocer una gran cantidad de fabulosas mujeres soñadoras, con ganas de crear un emprendimiento que con el tiempo deje de serlo y que pase a ser una empresa. Muchas lo han conseguido, otras no; pero lo importante es que lo han intentado, generalmente varias veces. Lograrlo es un proceso largo, que requiere de circunstancias adecuadas y mucha persistencia.
Tal vez una de las cosas que he notado que ha cambiado más en los últimos años con relación al emprendimiento femenino, es el deseo de apoyarnos las unas a las otras. Esa nueva palabra que he comenzado a escuchar desde hace un par de años (y que para mí era nueva): Sororidad, la he visto en su máxima expresión por medio de muchas mujeres que escuchan, soportan, acompañan y apoyan a otras mujeres.
Así que, si sueñas con un emprendimiento, lo tienes ya creado o ya tienes una empresa, recuerda que hay muchas otras mujeres que van más atrás o más adelante en el camino y te pueden aportar o tú le puedes aportar a ellas. No estamos solas, si necesitas colaboradores, proveedores o asesores, no olvides que hay cientos de mujeres que pueden aportar en el crecimiento de tus sueños.
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Female entrepreneurship in Colombia
By Adriana Mendoza.
“The future belongs to those who believe in the beauty of their dreams”. Anonymous.
One of the words we hear most these days is entrepreneurship. But really, what does entrepreneurship mean? If I were asked to define in a single word what is to undertake in Colombia, I would say without a doubt… to dream. Because you need to be a dreamer to risk into the abyss of entrepreneurship, where popular wisdom says “many are born, but few are raised”.
And in this wave of entrepreneurship, more and more women are taking that leap of faith in Colombia, but what is the difference between female and male entrepreneurship? I think unfortunately there are more differences than there should be. On many occasions, we have heard that income generated in women-led ventures contributes more to the family economy than those that are led by men. Other notable differences are, for example, that it is more common for women’s ventures to start with less capital, relate less to technology, or by default are less scalable and are created more out of necessity, while men’s ventures are created more out of opportunities. But not everything is negative, the enterprises created by women survive longer than those of men over time, and usually generate more job opportunities for other women.
It’s undertaking worth it? My strong answer is yes, given that it’s worth dreaming about. But in this case, that dream must have real and firm foundations that allow it to pass the first year, which, in most cases, is the most difficult. Although it may sound contradictory, I would recommend dreaming awake, planning and setting very clear and achievable goals.
Like all routes, the path of entrepreneurship begins with small steps, perhaps somewhat insecure at first but the important thing is to have a visible goal; seeing where we are going clearly allows not to deviate too much; because there are always changes of direction, entrepreneurship is not a straight path.
Throughout my life I have had the fortune of meeting a lot of fabulous dreamer women, wanting to create a venture that eventually ceases to be so and becomes a company. Many women have succeeded, others have not; but the important thing is that they have tried, usually several times. Achieving this is a long process that requires appropriate circumstances and heavy persistence.
Perhaps one of the things that I have noticed that has changed the most in recent years regarding female entrepreneurship, is the desire to support each other. That word that I have begun to hear for a couple of years (and it was new for me then): Sorority. I’ve seen it in its full expression throughout many women who listen, support, join, and help other women.
So if you’re dreaming about venturing, you already have your entrepreneurship or even if you have a company, remember that there are many other women who are behind or ahead on the same road and they can contribute to you, or even better, you can contribute to them. We are not alone, if you ever need collaborators, suppliers or advisers, don’t forget this: There are hundreds of women who can add to the growth of your dreams.
Owner of www.filderatiendaderegalos.com.co
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Translated by Nicolás Puentes