Por: María Adelaida Perdomo*
Entrada recuperada del 17/ agosto/ 2016
Muchas veces creemos que el networking, o la generación de relaciones y redes comerciales y sociales, es accesoria al ejercicio de emprender. Muchos de nosotros/as creemos que no somos buenos para eso, que eso es para las personas carismáticas vendedoras con alma de comerciantes, que mejor nos quedamos cómodos en nuestra oficina creando productos y organizando proyectos, que es lo que sabemos hacer.
En realidad, es ineludible que todas las personas que tengan una idea que quieran llevar a cabo deban hacer networking, salir y conversar con gente que no conocen para convencerlos de un tema que también desconocen y sobre el cual seguramente sentirán desconfianza en un inicio.
Pues bien, hoy en día hacemos networking no solo para conseguir oportunidades de negocio en términos monetarios, sino para conseguir todo tipo de recursos: alianzas, capital humano, contacto con otros, conejillos de indias para nuestro servicio/producto, fundamentos académicos para nuestro emprendimiento, inversionistas, ideas, socios, equipo, etc, etc.
Hoy en día es tanto o más necesario hacer crowdsourcing[1] que crowdfunding, y ambas prácticas requieren del networking, personal y virtual.
Para la innovación social es especialmente necesario el networking, pues no logramos cambiar un fenómeno social si diversos actores no están involucrados. El cambio se genera a partir de los efectos de la colaboración entre empresas, organizaciones, el Estado y los ciudadanos. El impacto se genera creando conexiones y la posibilidad de aprender los unos de los otros, de lo contrario no es efectivo o es letárgico. Debemos abordar tanto al individuo para cambiar un comportamiento, como al sistema para cambiar su funcionamiento (por ejemplo, un comportamiento de consumo, o un sistema de sostenibilidad o equidad organizacional) .
Los proyectos de innovación social crecen y son escalables al encontrar mecanismos de colaboración con gobiernos, innovadores sociales, la academia y las ONG. Y como en cualquier emprendimiento, las redes de inversionistas e innovadores sociales son primordiales.
En Aequales nos hemos dedicado a promover relaciones más equitativas entre hombres y mujeres con el fin de lograr organizaciones más sostenibles, y el networking es justamente una manera de equilibrar las relaciones sociales al encontrar valor en nosotros mismos y en los otros actores que necesitamos para llevar a cabo un proyecto.
Queremos promover el networking como herramienta fundamental para lograr los objetivos de nuestro proyecto de innovación social, pues sabemos que al identificar los diferentes actores y estrategias y generar valor para ellos y para nosotros, garantizar mayor impacto.
[1] Crowdsourcing es el proceso de obtener servicios, ideas o contenidos solicitando contribuciones de un gran grupo de personas, especialmente de una comunidad online, en vez de hacerlo a través de empleados o proveedores tradicionales.
Crowdfunding es la práctica de fondear un proyecto o negocio levantando recursos monetarios de grandes grupos de personas, usualmente a través del internet.
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