Por: Percy Bustes*
En el mundo entero se han perdido millones de puestos de trabajo. La mayoría de ellos no van a regresar. Las empresas se han acogido a diferentes mecanismos para que la crisis originada por la pandemia no las golpee tanto o para que el cierre sea menos doloroso. La vida sigue su camino, igual tenemos que ver por nosotros y por las personas que dependen de nosotros. Los viejos paradigmas se van rompiendo día a día. El esquema del esposo proveedor y la esposa ama de casa ya no es viable. Peor aún, desde antes de la pandemia, en países como Estados Unidos una mujer americana ganaba 20% menos que un hombre por el mismo trabajo (a pesar que de por cada 4 hombres graduados en la universidad hay 5 mujeres profesionales) y una hispana 40% menos aún.
Esto sin contar que los cargos gerenciales están ocupados mayoritariamente por hombres, dejando para las mujeres los peores empleos. En Latino América la situación es mucho peor y luego del Covid-19 con seguridad va a empeorar.
Así las cosas, las mujeres van a tener que buscar una nueva forma de generar ingresos descartando el modelo empresarial injusto e imponiendo sus propias condiciones en un negocio propio tipo emprendimiento. Es momento de reinventarse, no de lamentarse. Pregúntate para qué eres bueno / buena y dedícate a eso.
¿Cuáles son las diferencias entre emprendedores y empresarios?
Aquí encontrarás las diferencias más visibles entre estos dos perfiles empresariales:
- El emprendedor/ emprendedora trabaja mucho, el empresario piensa y elabora mucho.
- El emprendedor hace las cosas él o ella mismo/a o las controla personalmente, el empresario delega y controla resultados.
- El emprendedor es muy bueno solucionando problemas, el empresario es muy bueno definiendo estrategias y objetivos.
- El emprendedor controla que su gente esté todo el día trabajando, el empresario mide los resultados.
- El emprendedor hace muchas cosas, lo que no sabe lo aprende.
- El emprendedor se rodea de gente trabajadora y leal, no tiene tiempo para discutir.
- El empresario se rodea de gente obediente, no se debate a fondo cada decisión.
- El emprendedor controla el funcionamiento de la rueda operativa de la empresa, el empresario está mirando la empresa, los cambios del mercado y la evolución del entorno.
- El emprendedor premia el esfuerzo, el empresario premia los resultados (cuando los hay).
- El emprendedor conoce las máquinas de su empresa, el empresario conoce los números de su empresa.
- El emprendedor es imprescindible en el momento de crear una empresa y echarla a rodar, el empresario mantiene creciendo la empresa una vez que comenzó a rodar.
Ser emprendedor es algo que se lleva dentro. Sin embargo, se puede trabajar con sacrificio para adquirir aptitudes y aprender de otras personas que hayan emprendido negocios.
Para terminar, quiero recordar una frase de Wayne Dyer, un conferencista ya fallecido al que admiro mucho: “No mueras con tu música aún dentro tuyo”.
Algunos de nosotros escuchamos una música diferente y debemos marchar al ritmo de la música que escuchamos. Todos tenemos una misión heroica que cumplir. No hay accidentes en el Universo. Hay una inteligencia (Dios o como quieras llamarle) que es parte de todos y todos estamos conectados a ella.
Muchos de nosotros tenemos miedo de escuchar esta música y bailar a su ritmo. Sé que hay una actividad que te hubiera gustado hacer, sé que hay un negocio que te hubiera gustado tener, fabricar cerámica, cocinar para ganar dinero, tejer, pintar, hablar en público, comprar y vender, abrir una heladería, dar clases o alquilar computadoras. Todos sentimos algo. ¿Tú sabes cuál es tu música? Haz un alto.
Aquí y ahora. Deja de leer unos segundos y piensa: ¿Cuál es esa música a la que se refiere esta reflexión? Piensa … Sólo tú lo sabes … Sólo tú la escuchas. ¿Cuál es tu propósito? Este es el momento de definirlo y poner manos a la obra. No vas a tener otra oportunidad.
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